Bueno, es que hay que decir que Tsui Hark es el autor por excelencia del cine hongkonés. Si alguien ha hecho cine de autor en Hong Kong ha sido él (y alguno pensará que estoy diciendo una idiotez, pero puedo demostrarlo
). No ha habido director más personal y su fama (totalmente merecida) de metomentodo no es más que pura y simple voracidad.
Al concepto de cine de autor se lo cargaron unos cuantos interesados (y no son los Cahiers, que si que han escrito y bastante sobre este hombre), y ahora lo relacionamos con tonterías, como el aburrimiento y el esnobismo. Y bueno, eso interesará a quién interesará (como el arte abstracto), pero tiene poco que ver con el cine (el concepto, no los cineastas). El cine de Tsui Hark es tan personal como el de Tsai Ming-liang o el de Hou Hsiao-hsien, y lo único que les diferencia es que él trabaja en el cine de género, como otros tantos en su momento. A mi esas divisiones me dan repelús en las dos direcciones: el que desprecia el cine de autor porque lo ve contrapuesto a un cine de género o más popular y el que desprecia del cine de género por lo contrario.
Un autor no es más que alguien que hace un cine personal, insobornable, y que podemos pensar que una película es suya y no puede ser de nadie más. Y Tsui Hark es uno de ellos con letras mayúsculas.