Resulta reconfortante ver que en estos tiempos existen películas como ésta. La ví anteayer, pero necesitaba tiempo para reposarla y hablar de ella como se merece.
Kore-eda es a día de hoy uno de los directores con mayor sensibilidad y no me cabe duda que una mejor persona, no me cansaré de decirlo. En cada película no deja de ser él mismo, y sin embargo evoluciona y se reinventa llevando todo tipo de propuestas a su terreno, como pudimos ver anteriormente en
Hana, que si bien no la pondría entre sus mejores trabajos es una clara muestra de principios, ya que podría haber sido un jidai jeki cualquiera, pero se convierte en única, porque el tacto y delicadeza que tiene este hombre para contar y trasmitir sentimientos solo están al alcance de unos pocos.
En
Air Doll no lo tenía nada fácil. Ya por su temática marciana y fantástica se me había hecho siempre extraña e impropia para este poeta del cine. Pero no volveré a dudar de él, porque aquí tenemos una "casi" obra maestra que me ha tenido emocionado cada segundo. Doona Bae, no podría haber sido otra, inmenso y nada fácil papel, absoluta protagonista de este mosaico de momentos, retazos e instantes de vida, un homenaje a ésta y el propio cine, la realidad y la capacidad de tener sueños en ésta vida para aspirar a dar lo mejor de nosotros por los demás. Resulta extraordinario como Kore-eda lleva una historia (adaptada de un manga al parecer) tan dependiente de la fantasía a la realidad más cotidiana sin tener la sensación de que chirríe en ningún momento.
La película fluye como la brisa, como ese aire lleno de vida que necesita Nozomi al principio y que luego llega directo a su corazón. Como aquel que arropa al polen que sobrevuela el cielo para posarse en aquellas personas que necesitan afecto y cariño, porque el aire de Nozomi y su paso por la vida de los demás es ese pequeño empujoncito que necesitan esas personas para encontrase a sí mismas. Además Nozomi va conociendo el mundo con el mismo asombro e inocencia de un niño, eso me llena muchísimo, porque es una mirada muy sincera y sentida de la realidad. El mensaje de que
"la vida está construida de tal forma, que nadie puede llenarla sola" es la metáfora en torno a la que gira cada palabra, imagen y silencio y nota musical de la película.
Aparte del gran papel de Doona Bae no hay que dejar de lado la magistral fotografía del maestro Pin Bing Lee que es un regalo para la vista y el corazón, acompañada de una banda sonora maravillosa que no para de acompañar cada escena a la perfección sin ser intrusiva, sino delicada y muy emotiva.
Y si bien me ha parecido de lo mejorcito de su director a falta de ver
Still Walking y
Kiseki, la veo rozando la obra maestra por varias razones. La principal es su tramo final, que va abandonando poco a poco su vertiente de fábula para dejarte enmudecido por la dureza en la que se torna la historia, sin dejar de hacerme ver en conjunto pese a su final un canto a la vida, pero no sé, no me convence plenamente. Quizás en un revisionado lo vea con otros ojos, pero me ha parecido que se termina alargando un poco con lo que quiere contar y desentona con el tono global de la historia. Y por otro lado a Arata como actor le veo algo que me produce mucha extrañeza y no puedo con él. Muy inexpresivo y con poca empatía. Aquí mantiene la misma cara pase lo que pase y me saca de la película. En otras de Kore-eda si está convincente pero aqui le veo bastante perdido y me hubiera encantado ver en su papel a Joe Odagiri que lo borda en su corta aparición. Yo hubiera intercambiado sus papeles
. Eso sí, la aparición estelar de Terajima en el videoclub es impagable, eso es carisma, pedazo actor
En fin, da gusto de hablar de películas como esta, ains
Desde ya está entre mis favoritas de Kore-eda junto a
Maborosi y
Nadie Sabe , pese a sus posibles defectos, pero es que tengo claro que nadie como él podria haber llevado ésta historia con tanto mimo y sensibilidad, un realismo mágico encantador que hace que entres en su juego y cualquier cosa que ocurra la ves con total naturalidad. Y eso no lo consigue cualquiera.
Preciosa y llena de pequeños detalles y momentos que se te graban en la retina para siempre. Te atrapa y te deja sin aliento hasta el final. Quizás para regalarnos durante dos horas ese mágico y vital aliento de esa muñeca hinchable que encontró un corazón y desea compartirlo con todos nosotros.
8,5/10