Lawrence Ah Mon aún sigue por ahí. De cuando en cuando nos da una grata sorpresa, otras veces nos deja más frío, pero siempre es un tipo interesante, que tiene en su haber tanto buen cine que cualquier película suya debe ser recibida con los brazos abiertos. Aquí se va al mundo de las triadas, pero como es habitual en él, todo es otra cosa...

Subida y enlazada la traducción.
No puedo evitar pensar en Ringo Lam, y sus relativamente fallidos regresos. No sé cuánto hace con Ah-mon no trabaja, pero, diría que no se le nota el paso del tiempo.
La película que más recuerdo de él es Spacked Out y esta está un poco alejada de ese tipo de registro.
Se trata de una historia de caídas y perdones, y está muy bien.
Si Ah-mon se decidiera a refinar tres cuartos sus películas sería fantástico.
Lo valorable en todo caso, es que siempre se las rebusca para encotrarle el lado humano a la cosa.
Así, esta es la mejor película de tríadas que veo en mucho tiempo.

Vista. La película me ha gustado, aunque tampoco me ha dicho en exceso, entretenida y con una historia que no me desagradó pero que pienso no arriesga en exceso, el desarrollo también me pareció algo plano.