Si hay un director grande en la Shaw y desconocido, ese es Kuei Chih-Hung. Seguramente buena parte de la culpa de ello la tuvo el que no se dedicara especialmente ni a las artes marciales o al wuxia. Aunque tenga grandes cosas en todos los géneros y de todos echaba mano (The tea house, Big brother Cheng, Killer constable, Godfather from Canton, The criminals, etc.). ¿Entonces que hacía este hombre? Pues cine de terror. Si hay una cosa de la que hizo mucho y bien, y por la que se le recordará a menudo, es por su cine de terror: Hex y secuelas, Bewitched, Corpse mania, The Boxer's Omen,... Podemos afirmar que la inmensa mayoría de los clásicos del cine de terror de la Shaw son suyos.

Y entre todos, pues este Curse of evil, justamente anterior a la que pasa por su obra maestra (The boxer's omen) y antepenúltima de sus películas.

Curse of evil tiene todo el encanto del cine de la Shaw unido a todo lo malsano (especialidad de su director, realmente), junto con una intriga que no despreciaría Chor Yuen. Tenemos de todo: monstruos, desequilibrados, desnudos gratuitos, historias ancestrales,... En fin. Para no aburrirse. Y más si pensamos que la película dura 80 minutos. Aquí no sobraba nada. Continuamente está pasando algo que mueve la acción (es hasta conmovedor). Kuei Chih-Hung es un estupendo director de detalles, de tiempos, de planos.

Esta película no llegó a salir en las ediciones de la Shaw. Solo anda por ahí un DVD grabado de la televisión de Singapur, subtitulado en inglés, eso sí (aunque en mandarín, lo cual hace que se intuya doblada). Y no se puede hacer nada con él, de modo que hay que pasar por el DVD. Avisados estáis .

Esta película la llego a ver de pequeño y seguro que no puedo dormir durante varios días del acojone. La vi por primera vez hace más o menos un año y los monstruitos que salen me produjeron sensaciones bastante desagradables (capturas 3 y 4 por ejemplo). Película muy en la línea de Hex, Corpse Mania y Fearful Interlude: 100% Kuei Chih Hung. Para mi imprescindible.

Vista anoche.
Enorme, de verdad que es un empezar y no parar. No parece haber tiempo para nada y así hay de todo.
Y esos bichos podridos, vomitantes y reptantes ¿qué mente retorcida los concibió? aunque el hipnotizador no les va la la zaga, un miserable en toda regla.
La verdad que la Shaw dió para muchas cosas, no sólo para las artes marciales, aunque siempre se la recordará por ese género.
Bueno, me limito a recomendarla y a Silien por este descubrimiento.