Uf, Old Boy. Vaya decepción...
Para empezar he de admitir que la vi con una expectativas muy altas y que eso, sin duda, influyó algo en el resultado final. Pero no, Old Boy no me parece fallida porque no es tan buena como esperaba, no. Me parece una impertinencia con afán de sofisticación.
Ya he dicho en otras ocasiones lo poco que me gustan las películas de asesinos en serie salvo la extraordinaria "Memories of Murder", a la que tengo en un pedestal entre otras cosas porque en ella no aparecen cursis y sofisticados villanos maquiavélicos, sádicos, enredadores y tocacojones, que me revientan.
Sus prácticas, asesinatos, torturas, castigos, rebuscados, eternos, pedantes, absurdos... me sacan de quicio. Y me pone aún más enfermo que el tipo que los lleva a cabo se crea interesante. Puede que estos sujetos existan en realidad... pero a mí no me interesan en absoluto. Me aburren. Y no sólo eso, el esfuerzo que a veces requiere su ejecución me parece tan fútil como ridículos sus resultados.
Y todo por una tontería. Venga hombre, no me jodas, supéralo
.
Y el protagonista y su ccompañera no se quedan atrás: su aspecto tan cuidado no disminuye mi desprecio hacia dos personajes desequilibrados. Dos personas desquiciadas de las que no me apetece otra cosa que verlas desaparecer de la pantalla. Eso me deja sin personajes con los que identificarme...
Reconozco que hay soluciones visuales no sólo interesantes, sino espectaculares (como el travelling lateral de la pelea en el pasillo), pero por lo general el resultado es lo que tendemos a llamar... pretencioso, gracias a la recargada dirección llena de planos sofisticados, colores saturados y música chillona. Las dos largas horas que dura para contar su complicada, enrevesada, retorcida y poco interesante historia de venganza y... se me hicieron eternas.
No sé si escribí esto ya y me estoy repitiendo, pero Ol Boy no es lo que espero de una historia de venganza (sin ir más lejos, "Sympathy for Mr. Vengeance" sin parecerme nada del otro jueves es infinitamente superior). Uno ve la infravalorada "Mr. Majestyk", sí, sí, la de Charles Bronson, y enseguida puede conectar con lo que está viendo. Todo resulta sencillo y reconocible, y es que tampoco hace falta montarse muchas películas para contar una historia de venganza: en este caso, a un agricultor, Bronson, le cascan varias de sus sandías y liquida a medio pueblo. ¿Para qué más? Tomadme en serio: la historia es casi lo de menos. tenemos a un tipo honrado y con personalidad siendo asediado por unos gangsters caradura. Pues bien, se enfrenta a ellos y les va haciendo morder el polvo uno a uno. Sin estridencias. Sin llantos ni gritos -bueno, no demasiados. Más bien estertores de muerte
-.
Y lo mejor es el final, comparado con el de "Old Boy": dura un par de minutos escasos, y se resuelve con Bronson saltando por la ventana y descargando dos cartuchazos en el pecho del malo. Se levanta con la misma cara de palo de palo de siempre, sin discursos, ni justificaciones, ni ruegos, ni lloros... recoge a su chica, le pega un desplante al representante de la ley -este tema daría para mucho. Hoy día se despacha con el absurdo y desvirtuado término de "fascismo"- y se va. Fin.
Frente a eso, tenemos una película que no trata de venganza, sino de un juego. El juego de la tortura y la humillación. Y ahí no veo nada que me guste.. No siento ningún respeto por lo que hacen ni cómo lo ejecutan. Y no me refiero a amoralidad de sus actos, sino a lo groseros, ridículos e innecesariamente largos y desagradables que resultan. Bronson despacha al villano de dos tiros en el pecho sin mediar palabra. En Old Boy tenemos a dos tipos, uno cursi y el otro un borde asilvestrado, durante nosecuantos minutos en una habitación representado ese circo humillante.
Yo no tengo ninguna duda: me quedo con Charles. Y es que cómo echo de menos los finales directos...