Bueno, creo que esta película ha pasado completamente desapercibida y nada, decir que es una de las mejores comedias cantonesas que he visto... Curiosamente, había leído que tenía un comienzo más bien mediocre y un final memorable... y es eso... pero tener en cuenta que el final es la mitad de la película, al más puro estilo Hard boiled.
From riches to rags nos cuenta la historia de dos pobres desgraciados explotados implacablemente por su jefe, a los que de repente les toca la lotería, convirtiéndose en millonarios de la noche a la mañana. Hasta ese momento y poco después, la película discurre por un humor más bien simplón mezclado con la pasión de Ricky por una famosa cantante, pero de repente (gracias a dios el cine hongkonés nunca fue muy coherente), toda estas historias y más se lanzan a la basura para pasar a una única persecución. A Ricky le diagnostican que tiene cáncer y él decide contratar unos asesinos a sueldo para hagan lo que él no puede hacer: matarle. Pero no tarda en cambiar de opinión... al contrario que los asesinos... Empieza ahí una frenética coreografía de acción con escasos disparos, cierto, pero en la que todo está medido al milímetro, cada encuentro, cada instante, cada momento, en unos cuarenta minutos de diversión desenfrendada que rozan lo prodigioso por acumulación y nos dejan con una sonrisa de oreja a oreja, pensando que el cine hongkonés es otra cosa, extraña sí, no siempre conseguida o rara vez plenamente conseguida, pero única.
No os la perdáis
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