Vista.
Como viene siendo costumbre en sus últimas películas, Ozu se aboca al drama con algún instante de comedia (siempre asociado a la niñez)
Se decanta por un final feliz (como siempre en realidad, prácticamente)
Se ve también un director más afianzado en la manera de trabajar, vuelve a irrumpir la familia como eje. Aunque tal vez eso siempre estuvo presente.
Y como sucede con él, esta película parece una variación de otra (¿Dónde están los sueños de juventud? He nacido, pero... ) casi como respondiéndose.
Y la historia sí, se trata de un capricho pasajero que pronto queda truncado por la realidad, o de un capricho pasajero que nos devuelve a la realidad.
He notado también, que la enfermedad es un tema en estas películas (o por mera repetición, se termina volviendo un tema)