La película, un embole, completamente pueril, incluso para un film de terror sobrenatural, con grandes dosis de histeria y sobreactuación general. Los rituales deben ser de lo más gráficamente ridículo que he visto últimamente en un film que, de yapa, se toma demasiado en serio a sí mismo, lo cual aumenta su patetismo. Como llegó esto a ser la película más taquillera de Corea, es un profundo misterio. O tal vez no.