Tercera película de
Hitoshi Matsumoto después de las como mínimo clasificables como "bichos mas raros que un perro verde"
Dai-Nipponjin y
Symbol.
Un Ronin perseguido por la justicia es atrapado junto a su hija pequeña y condenado a hacerse el Seppuku. Solo se le perdonará la condena si en un plazo de 30 dias consigue hacer como mínimo sonreir al hijo del señor feudal de la localidad, hundido en una depresión crónica desde la muerte de su madre. Así, y siguiendo los consejos tanto de su hija como de sus dos carceleros, cada dia preparará un número cómico con el que conseguir ese objetivo.
La película representa varios cambios respecto a las anteriores del director. La primera y mas evidente es la dejar el papel protagonista a
Takaaki Nomi, veterano miembro de su troupe humorística, igual de payaso que su jefe pero realmente magnífico en la representación de un ronin tan inexpresivo como conmovedor, siempre con un invariable gesto de hombre superado por las circustancias y vencido por la vida. Por otro lado el humor representado por los numeritos que tiene que escenificar pertenecen mas al terreno del gag, mas alejado de las rarezas de las películas anteriores pero con el componente de espectaculo circense característico del director. Y finalmente lo que resulta una verdadera novedad es el punto dramático del filme, sobre todo en una parte final muy emotiva y en donde entra en terrenos incluso del chambara tradicional. Vamos, que el director no se duerme y sigue ampliando su espectro de recursos. Sigue en mi opinión sin ser una película redonda (aun no ha rodado eso), y es sin en mi opinión menos heterodoxa que las anteriores, pero lo que le falta en rareza lo gana en emocionabilidad y narrativa (¡la película vuela!).
Bueno, como siempre en el cine de este señor las opiniones serán encontradas, aunque me parece que siendo su película menos marciana hasta este momento aun manteniendo la singularidad de su sentido del humor tendrá una aceptación mas generalizada, y bien que me alegro por eso.
Trailer