Quizás el argumento de la película (que bueno, será el del manga, supongo), no es precisamente lo más original que se ha visto en el cine, y más en el cine hongkonés, buena parte de él estructurado en ese movimiento triple humillación-aprendizaje-venganza, pero bueno, la película es una sorpresa agradable o igual ni tan siquiera una sorpresa, porque esperábamos que su director hiciera un producto así...
Y es que la película no está nada mal... Muy cuidada, con unas coreografías basadas en la contundencia más que en otras sofisticaciones (es lo que pide, por otro lado, a cargo de su coreógrafo habitual, Jack Wong), unas interpretaciones a la altura, desde Shawn Yu a Francis Ng, pasando por el viejo Bruce Leung, uno de aquellos clones ocasionales de Bruce Lee, que aquí igual reencuentra la dignidad perdida (aunque su carrera como actor y director de acción tiene lo suyo... llevaba desaparecido desde finales de los ochenta y Kung fu hustle lo recuperó para el cine)... En fin, un producto impecable, en el que no tenemos que buscar nada más que su objetivo: entretener, objetivo que consigue y demás de una forma yo diría que brillante.