Mikio Naruse
成瀬巳喜男
(Tokio, 20 de agosto 1905 - 2 de julio 1969)
Mikio Naruse nació en Tokio, Japón, en 1905. Hijo de una familia muy pobre, se crió en medio de las dificultades y la carencia de recursos. Muy joven ingresó a trabajar a los estudios Shochiku como utilero y luego como asistente de dirección. Sólo en 1930 le permitieron realizar su ópera prima, La señora de las espadas (Chanbara fufu), una mezcla de comedia y melodrama, el sello característico de dicha casa productora. Allí hizo otro par de films, pero muy pronto fue despedido por su poco interés en combinar lágrimas con risas, según le pedía Shido Kiro, su jefe en Shochiku.
Fue así como ingresó a Toho, la casa productora en la cual trabajó hasta el final de sus 47 años en la industria del cine donde realizó 88 films, en sus 37 años como realizador. Era un hombre taciturno, poco amigo de sus superiores, su equipo de trabajo y sus actores, mientras persistía en sacar adelante films de calidad realizados con rapidez y a bajos costos.
En Toho bien pronto fue adquiriendo un creciente éxito comercial y también de la crítica lo que se consolidó con su primer gran éxito Kimiko (¡Esposa, sé como una rosa!) en 1935. Además de ganar el Kinema Junpo, fue la primera película japonesa en exhibirse en los teatros de Estados Unidos (donde no fue bien recibida). Cuenta la historia de una mujer que se va a vivir al campo mientras aprende a renovar su fe en el la familia nuclear moderna.
Durante la guerra, Naruse tuvo una crisis con su esposa, lo que según él mismo lo llevó a un bajón creativo, pero en los años siguientes retomó impulso dirigiendo películas con guiones de otros. Éxitos notables de esta época son Madre Okasan (1952), una mirada realista a la vida hogareña en la época de posguerra que fue distribuida en Francia y Nubes Flotantes Ukigumo (1955) la historia de un amor condenada al fracaso. Es la historia de una mesera tratando de adaptarse a las exigencias de la modernidad, es un film notable por su ausencia de primeros planos y escenas rodadas en exteriores. Nubes dispersas, Midaregumo (1967) su último film, una de sus obras maestras, cuenta el amor imposible entre una viuda y el conductor que accidentalmente ha atropellado al esposo que proveía su sustento.
Naruse se benefició del trabajo con magníficas actrices y de la colaboración en los guiones con consumadas escritoras como Fumiko Hayashi. "Su extraordinaria capacidad para penetrar la experiencia femenina y su agudo entendimiento y detallada elaboración de los sentimientos de las mujeres que son el sello de sus films, son tal vez en parte debido al trabajo con guionistas" como Sumie Tanaka y Yoko Mizuki.
Naruse murió en 1969 y empezó a ser reconocido internacionalmente en 1984 con la primera retrospectiva de sus films organizada por Audie Bock.
Desconocido por completo hasta ahora en nuestro país, Mikio Naruse (1905-1969) es sin embargo uno de los realizadores más importantes de toda la historia del cine japonés y su nombre sólo encuentra parangón junto con los de maestros de la talla de Akira Kurosawa, Kenji Mizoguchi y Yasujiro Ozu. "Mis experiencias como ayudante de otros directores han sido escasas (escribió precisamente Kurosawa) pero entre estas la que más me impresionó fue el método de trabajo de Naruse. Tenía algo que es el don de los expertos. El método de Naruse consiste en colocar un breve plano tras otro, pero cuando los vemos empalmados en la película dan la impresión de formar una sola toma larga. El flujo es tan majestuoso que los empalmes son invisibles. Este flujo de planos cortos, que a primera vista parece plácido y convencional, luego se revela como un río profundo con una superficie tranquila, que disimula una rápida y turbulenta corriente subterránea. Su destreza en esto no tenía parangón."
Naruse, una influencia determinante en cineastas orientales contemporáneos, como Edward Yang y Hou Hsiao-hsien, se inició como asistente de Heinosuke Gosho, en los estudios Shochiku, durante el período mudo, y tuvo sus primeros éxitos como director en la década del '30. Pero fue recién a partir de los años '50, en una serie de melodramas para la compañía Toho, que alcanzó su verdadera culminación. Autor de sutiles transposiciones de la literatura de Fumiko Hayashi y Yasunari Kawabata, Naruse se convirtió también en el creador de varias de las más legendarias estrellas femeninas del cine japonés, las actrices Hideko Takamine, Isuzu Yamada y Setsuko Hara. Con ellas como estandarte, Naruse retrató el desmantelamiento de la familia patriarcal japonesa y el malestar conyugal, siempre desde el punto de vista de la mujer.
Mucho antes de la llegada del feminismo, Naruse trató temas particularmente sensibles para el público femenino, como el dilema entre permanecer fiel a la familia tradicional o tomar un rumbo independiente. A diferencia de las mujeres inmortalizadas por Ozu y Mizoguchi, que solían aceptar su condición con estoicismo, las mujeres de Naruse son también víctimas del mundo masculino, pero se rebelan contra el sistema que las oprime y prefieren un camino solitario antes que resignar su libertad.
Para el crítico francés Jean Douchet, "Naruse proponía algo que es preciso calificar como moderno y que justifica la admiración que se le tributa en nuestros días. Naruse fue moderno por su extremada atención a los movimientos y pulsaciones más ínfimos de la vida. Su cámara se adhiere a cada instante del presente de sus personajes".
En palabras de la especialista estadounidense Audie E. Bock (la primera en organizar una retrospectiva de Naruse en occidente), "la cultura japonesa tiene una alta valoración de la comunicación no verbal y Naruse es el director que mejor supo expresar esta preferencia cultural con la técnica del cine. En una película de Naruse, el momento en el que los sentimientos de un personaje hacia otro cambian de forma dramática viene expresado a menudo sin palabras, a través de minúsculas desviaciones de la mirada o del gesto más pequeño y sutil". "Hay que correr detrás del primer Naruse que se ponga a nuestro alcance –aconsejó a su vez el crítico español Miguel Marías– porque es uno de esos cineastas que cambian nuestra idea del cine".
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