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No veo muchas películas de Vietnam, pero las pocas que caen entre mis manos casi siempre me sorprenden gratamente, como es el caso de la que nos ocupa aquí; sin ser una obra ambiciosa ni sobresaliente, consigue dibujar de forma sutil y lenta un cuadro de soledades y silencios, con algunas pinceladas interesantes sobre los condicionantes familiares en el desarrollo personal. En fin, una pequeña obra que me ha dejado un buen (mas melancólico) sabor de boca.